quinta-feira, 9 de junho de 2011

ANTÍOCO EPIFANES

O escribano Valdemir Mota de Menezes ha leido este artículo sobre la História de Israel e ha considerado una buena narativa del periodo intertestamentario. Hablando de la realidad que llegó hasta nosotros sobre los judíos durante dominación griega y romana.


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El período intertestamentario:
Las profecías de Daniel
Por Mario Seiglie




El reinado cruel de Antíoco

De este modo comenzó el reinado
griego en Judea, que duraría unos 150
años. El capítulo 11 de Daniel profetiza
los altibajos que tendrían los judíos bajo
los griegos. Luego de la muerte de Alejandro,
Judea pasó a ser parte del reino
del general Tolomeo, quien gobernaba
desde Egipto. Ese período fue generalmente
pacífico para los judíos.


Sin embargo, las guerras intermitentes
entre los Tolomeos de Egipto y los Seléucidas
de Siria por el control total del Imperio
Griego llegaron a culminar en 198
a.C., año en que los Tolomeos fueron derrotados.
Judea entonces pasó a ser dominio
de los Seléucidas.
Poco después de que el linaje seléucida
del Imperio Griego comenzó a reinar sobre
Judea, surgió un monarca que cumpliría
varias profecías nefastas que se encuentran
en el libro de Daniel. Según los
historiadores, Antíoco IV, llamado Epífanes,
fue el gobernante que estableció la
primera “abominación desoladora” mencionada
en los capítulos 8 y 11 de Daniel.

En Daniel 8:8-13 se describe esa época:
“El macho cabrío [Grecia] se engrandeció
sobremanera; pero estando en su
mayor fuerza, aquel gran cuerno fue quebrado
[Alejandro Magno murió súbitamente
en el pináculo de su poder], y en su
lugar salieron otros cuatro cuernos notables
hacia los cuatro vientos del cielo [el
reino de Alejandro fue dividido entre sus
cuatro principales generales]. Y de uno de
ellos salió un cuerno pequeño [Antíoco
Epífanes], que creció mucho al sur [Egipto],
y al oriente [Mesopotamia], y hacia la
tierra gloriosa [Judea] . . . Aun se engrandeció
contra el príncipe de los ejércitos, y
por él fue quitado el continuo sacrificio, y
el lugar de su santuario [el templo en Jerusalén]
fue echado por tierra . . . Entonces
oí a un santo que hablaba; y
otro de los santos preguntó a aquel
que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la
visión del continuo sacrificio, y la prevaricación
asoladora . . .?”

Una fuente de consulta hace el siguiente
comentario sobre Antíoco Epífanes:
“Su carrera en Palestina está registrada en
1 y 2 de Macabeos, y predicha en forma
asombrosa en [Daniel] 11:21-35” (The
International Standard Bible Encyclopedia
[“Enciclopedia internacional general
de la Biblia”], tomo 1, p. 145). Los libros
de los Macabeos no están incluidos en el
canon hebreo tradicional de las Escrituras,
pero contienen valiosos relatos históricos.

Ambos libros fueron escritos antes
del nacimiento de Jesucristo.
Otro comentario bíblico tiene un breve
resumen de los tres años de la “abominación
desoladora” bajo Antíoco Epífanes:

“Esta parte de la visión preveía el surgimiento
de un gobernante del Imperio
Griego que sometió al pueblo y la tierra
de Israel, profanó el templo, interrumpió
su culto, y exigió para sí mismo la autoridad
y la adoración que le corresponden
a Dios. Profanó el templo y abolió el sacrificio
diario.

“Antíoco envió al general Apolonio y
22.000 soldados a Jerusalén en lo que
pretendía ser una misión pacífica. No
obstante, en un día sábado atacaron a Jerusalén,
mataron a muchas personas, tomaron
numerosos niños y mujeres como
esclavos, y saquearon e incendiaron la
ciudad. Con el fin de exterminar el judaísmo
y helenizar a los judíos, les prohibió
seguir sus costumbres religiosas (entre
ellas sus fiestas y la circuncisión), y
ordenó que quemaran todas las copias de
la Ley. Luego estableció la abominación
desoladora.

“En este acto culminante, el 16 de diciembre
de 167 a.C. erigió un altar a Zeus
sobre el altar de los holocaustos afuera
del templo e hizo que sacrificaran un cerdo
en el altar. A los judíos se les obligó sacrificar
un cerdo en el 25 de cada mes
para celebrar el cumpleaños de Antíoco
Epífanes. Les prometió a los judíos apóstatas
grandes recompensas
si abandonaban
al Dios de Israel y adoraban a Zeus,
el dios de Grecia. Muchos en Israel fueron
persuadidos por sus promesas y adoraron
al dios falso. No obstante, un pequeño
remanente se mantuvo fiel a Dios y
rehusó participar en esas prácticas abominables.
Antíoco IV murió enloquecido en
Persia en el año 163 a.C.” (The Bible
Knowledge Commentary [“Comentario
del conocimiento bíblico”], 1997).

La precisión con que Daniel (con más
de 300 años de anticipación) describió los
hechos de ese período llevó a muchos críticos
de la Biblia a darle otra fecha al libro
de Daniel para que pareciera haber
sido escrito después de los sucesos. No
podían admitir que estos sucesos habían
sido profetizados. Sin embargo, gracias al
descubrimiento de los rollos del mar
Muerto en 1948, los cuales contienen
secciones de todos los libros del Antiguo
Testamento salvo Ester, la fecha tradicional
de Daniel ha recibido más apoyo.


El estudioso Gleason Archer explica:
“Con el fin de evitar el impacto que causarían
las pruebas decisivas de la inspiración
sobrenatural que abundan en el libro
de Daniel, era necesario para los eruditos
racionalistas encontrar un período posterior
en la historia judía cuando todas las
‘predicciones’ ya habían sido cumplidas,
tal como el reinado de Antíoco Epífanes
(175-164 a.C.) . . . Con la abundancia de
nuevos datos suministrados por los manuscritos
de la cuevas del mar Muerto, es
posible resolver esta cuestión de una vez
por todas” (Encyclopedia of Bible Difficulties
[“Enciclopedia de dificultades bíblicas”],
1982, p. 282).


Gracias a estas nuevas pruebas lingüísticas,
el Dr. Archer procede a mostrar
lo acertada que es la fecha tradicional
para el libro de Daniel (aproximadamente
el año 530 a.C.).

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